Durante la simulación de las misión espacial Apolo XIII a la Luna, en paralelo a la rutina intrínseca de salvar a los tripulantes, el Equipo de Problemas y Cambios de la misión, aprovechando los momentos valle en su actividad, con la inquebrantable voluntad de ser proactivos, queriendo ser fiel al lema de “sacar ventaja de los contratiempos” y aprovechando la rara oportunidad de disponer de recursos ilimitados para ello, ha establecido las siguientes “mejores” recomendaciones a llevar a la efecto y a catalogar como conjunto de “buenas” prácticas en la empresa.
Uno: Anticiparles a las viudas de los astronautas, antes del hipotético e improbable aterrizaje, el total del valor establecido en sus seguros de vida contratado con las compañías respectivas.
Dos: Mejorar las condiciones de esta función para que en lo sucesivo se disponga de todos los elementos necesarios para poder realizar eficazmente su trabajo; es decir: problemas. Y no tener que soportar desocupados toda la misión mientras el resto del personal hierve frente a un vendaval de incidencias.
Tres: Una sala de relax y otra de reuniones.
Cuatro: Aumento de sueldo en un 100% a todos los miembros de la presente aventura.
Cinco: Iniciar los trámites necesarios para reconvertir a este grupo de problemas y cambios en un equipo de I+D+I con el objetivo de asegurar misiones futuras seguras, confortables y sin sobresaltos.
Seis: Externalizar todas las funciones, personal y servicios que se han estado ejecutando en esta temeraria correría, exigiendo metodología CMMI 5 a todas las empresas concursantes.
Siete: Suplir la tripulación con el primer equipo de balseros que desembarque en esta península y elegir como comandante al capitán de la próxima patera que arribe a las islas Canarias.
Ocho: En lo sucesivo, adquirir el nuevo hardaware y elementos básicos de vuelo, sólo en las tiendas de “a dólar” chinas.
El Equipo
